- Venga porfa, no estés así.- Nadie le puede negar nada a esos ojos.
- Ha sido cosa mía, perdóname.
Despeja en intervalos cortos la mirada de la carretera buscando mi mano, escondida debajo de mi pierna. No me fío mucho de los posibles accidentes, así que se lo pongo fácil. Sus dedos se entrelazan con los míos. Yo, contenta, me quedo encogida mirando atenta como una niña pequeña mientras él conduce. Sabe que le estoy mirando, pero en vez de mirar decide hacerse el duro y pasar de mi. El volante necesita la mano con la que estoy jugando. La verdad es que como no me gustan mis manos, me cuesta soltar las de otras personas.
- Talavera es buen sitio para parar a desayunar.- Dice mientras busca algún cartel de alguna gasolinera.
- Sí, tengo mucha hambre.
Después de un tiempo pensando le pregunto:
- Cuando estuviste con esa chica...¿también os fuisteis de vacaciones juntos?- Esa chica es su exnovia, y su exnovia se llama Ana. Nunca digo su nombre, ya no se si es porque le duele o porque yo la he cogido asco, pero he de decir que he averiguado de ella cuanto he podido. Sí, soy muy celosa.
- Una vez me invitó a su pueblo a pasar un fin de semana, pero nada más.- Dos años de relación se merecen más que un fin de semana.
Por el contrario he de decir que aunque llevamos un año y muchísimo, nos vemos mucho más.
Lo único que me asusta es eso de que el primer amor nunca se olvida.
No hay comentarios:
Publicar un comentario