#13

Tras dormir hasta las tres y media se me han quitado las ganas de comer.
La paella le apetece a su puta madre macho, y encima de ayer...argggg.
Tres llamadas perdidas y el tuenti lleno de cosas.
Eso ha debido ser alguien madrugador que se aburría y ha empezado a subir fotos.
Devuelvo la llamada a Jesús.
- Buenos días boba.
- Holaaa.- Pensaba hablar bajito, pero me veo obligada a levantar un poco la voz debido a mi voz de camionero.
- Te llamé ayer, solo quería saber si habías llegado a casa.
- Ni lo vi, lo siento.
Tierno como él solo, pesado como la mayoría.
Después de hacer unas llamadas más me pongo el bikini y me voy a la piscina.
Ando sola hasta que veo venir a Paula y a Marta desde la panadería.
¡Ya me jodería estar en el lugar de Raquel y tener que trabajar hoy en la taquilla!
La resaca se nos nota a todo el pueblo, no hay alma que no lleve gafas de sol hoy aún estando en la sombra. De ahí lo de que a nuestro pueblo lo llamen "Villalcohol".
Marta acaba dormida en la toalla, yo hago compañía a Raquel atendiendo a la gente.
- Ayer te vi demasiado animada.- Me dice Raquel.
- Tenía unas ganas tremendas de que fuese cinco.
- Me refiero a que el Barceló se ha acabado.- No me mira, pero se nota como me está echando las culpas.
- Pues si te digo la verdad...cuando me bebí el último aún quedaba una botella más.
- Bueno, en realidad creo que fueron los de Balisa.
- ¡Entonces es normal que no haya quedado nada!.- Las dos nos acabamos riendo.
Mis amigas y yo tenemos una cosa en común y es que nos encanta comentar las noches de fiesta, y más aún cuando son tan recientes. Cada una vive situaciones diferentes en un día de fiesta, rara es la vez que nos veáis a todas juntas.